tengo once hermanos

Monday, May 15, 2006

La esquina de la cuadra


Comienza a atardecer y al mismo tiempo, en el pasaje de siempre, en esa esquina que da a la botillería del barrio, comienzan a congregarse los muchachos del club; es más que una procesión, es una obligación reunirse allí cada domingo para tomar varias docenas de cervezas, conversar, hechar la talla y a veces incluso, agarrarse a puñetes. En la esquina de siempre, entorpeciendo el paso de la gente por la vereda, ellos se apiñan; a veces, cuando en la micro paso por el lugar, me pregunto: ¿por qué se reunen simpre en el mismo sitio?; no tiene nada de particular. A veces unas lolas bastante curvilíneas coquetean con los futboleros; otras, los vecinos de las casas aledañas al centro de reunión intentan corretear de esa vereda polvoriente y mal oliente a ese grupo inamovible.
Así es esa esquina de la Villa Nueva Esperanza, con sus borrachos y sus viejas gordas copuchando, con sus peleas y sus gritos, jamás quieta, jamás vacía.

Raymond
marzo /2000